La carga principal del vehículo durante la conducción se distribuye en los neumáticos, que la transmiten a la superficie de la carretera y son responsables de la tracción. Por ello, los neumáticos son los que más riesgo corren de que aparezcan deformaciones. Muchas de ellas afectan negativamente al rendimiento del coche, aumentan el nivel de peligrosidad y requieren medidas urgentes.
El abombamiento del neumático es uno de los daños más comunes. Se trata de un cambio en la forma del neumático en forma de hinchazón en cualquier parte de su superficie lateral. Esta deformación aparece gradualmente y es casi invisible en la fase inicial. A medida que se circula con los neumáticos dañados, el abultamiento aumenta y se hace visible a simple vista, lo que indica la necesidad de tomar medidas.
Cómo se producen los abultamientos en los neumáticos
Para entender cómo se producen los abultamientos en los neumáticos, hay que referirse en primer lugar a la construcción estándar del neumático. Consta de las siguientes partes
- Los talones. Son los responsables del ajuste seguro del neumático en el disco y de su montaje hermético en la llanta. En una sección transversal del neumático en forma de C, los talones son los picos.
- Carcasa de la cuerda. El cordón es la base del neumático, formado por capas de hilos engomados. Cubren toda la superficie de la carcasa y se entrelazan en dirección radial o diagonal.
- Pared lateral: son las partes laterales de la carcasa, que la previenen de daños y la protegen de la humedad.
- Banda de rodadura. Es una parte de trabajo externa que proporciona agarre. La banda de rodadura del neumático es una capa masiva de caucho con todo un sistema de surcos.
La aparición de un abultamiento en el neumático está relacionada con el estado del cordón, que desempeña el papel de elemento de refuerzo. Hoy en día, la mayoría de los neumáticos tienen un cordón radial, ya que proporciona un mejor rendimiento.
Pero cuando se trata de abultamientos, el tipo de cordón no es tan importante como su integridad. Si está dañado, la presión interna del neumático crea una protuberancia en su superficie. El caucho se estira mientras el aire busca el punto débil para salir. Si el propietario del coche sigue conduciendo con esos neumáticos, la protuberancia sigue aumentando, lo que puede provocar el reventón del neumático.
Qué causa el abultamiento de un neumático
Las causas inmediatas del daño del cordón, que llevan a la aparición de un abultamiento, incluyen:
- subir con frecuencia a un bordillo al aparcar;
- Golpear baches en la carretera;
- defecto de fabricación;
- accidente de tráfico.
Se considera que la razón más común de la aparición del abultamiento es la de golpear los baches, especialmente a alta velocidad. Al superar un obstáculo, el propio neumático puede resistir un fuerte impacto, pero esto no garantiza que el cordón no se rompa en su interior.
Los más vulnerables a la aparición de un abultamiento son los neumáticos mal inflados. Si el propietario del coche no comprueba y mantiene la presión de inflado recomendada para los neumáticos, existe el riesgo de que se produzca un abultamiento.
¿Es seguro conducir con el abultamiento de los neumáticos?
Al descubrir un abultamiento en un neumático, el conductor se pregunta en primer lugar si es seguro conducir con neumáticos con esos daños. Los expertos no lo recomiendan. A baja velocidad puede que no surjan problemas, pero a alta velocidad pueden producirse consecuencias desagradables. Especialmente peligrosas son las protuberancias en el eje delantero, y hay varias razones para ello:
- el descentramiento de la rueda que provoca el desequilibrio;
- peor maniobrabilidad o incluso pérdida total del control;
- sobrecalentamiento severo de los neumáticos y reducción de la tracción.
Además del peligro, conducir con un neumático abombado provoca el desgaste prematuro de los rodamientos de las ruedas, el aflojamiento de la suspensión del coche y daños en los amortiguadores y los rodamientos de bolas. Cuando el impacto aumenta, el neumático puede simplemente reventar, lo que puede ser causado por:
- golpear un bache en la carretera con un neumático dañado;
- una velocidad de conducción muy elevada;
- un arranque o una frenada bruscos;
- carga máxima del coche.
Recomendaciones en caso de encontrarse con un abultamiento del neumático en la carretera
Puedes seguir conduciendo, si es necesario, pero es importante tener en cuenta lo siguiente:
- Debe conducir con cuidado y no mucho tiempo, a una velocidad de hasta 70 km/h, sin maniobras ni frenadas extremas, que podrían provocar el reventón del neumático.
- El coche debe estar descargado al máximo, por ejemplo, los pasajeros deben cambiar del coche al transporte público.
- La presión de inflado de los neumáticos deberá reducirse en un 10-15%.
- Hay que vigilar cuidadosamente el estado de la carretera cuando se conduce para evitar chocar con los pozos y baches.
Si no llevas una rueda de repuesto, por razones de seguridad, también conviene montar el neumático con deformación en el eje trasero. En caso de reventón del neumático, esto te permitirá mantener el control del coche. Después, puede seguir conduciendo, pero a baja velocidad y con paradas regulares para comprobar el estado del neumático. Si el abultamiento aumenta, es necesario detenerse y llamar a una grúa, ya que el aumento del defecto indica el peligro de reventón del neumático.
Cómo arreglar el abultamiento de un neumático
A la hora de considerar qué hacer con el abultamiento del neumático, la solución más correcta sería sustituir el neumático dañado por uno nuevo. Para aquellos que decidieron arreglarlo de todas formas, hay varios métodos para hacerlo:
- Instalación de un parche interno reforzado. Este procedimiento no garantiza al cien por cien que el defecto no aumente, pero alarga algo la vida del neumático.
- Coser la zona dañada con hilos de kapron, seguido de la vulcanización con caucho reforzado.
- Colocación de la cámara de aire.
Todos los métodos descritos no ayudarán a arreglar ni siquiera un pequeño defecto al 100% ni a restablecer las prestaciones originales de un neumático. Por este motivo, un neumático reparado sólo puede utilizarse como neumático de repuesto durante un breve periodo de tiempo hasta que el propietario monte uno nuevo. Incluso después de la reparación, conducir con este tipo de neumáticos es peligroso, por lo que no basta con eliminar el abultamiento de la goma. Es mejor montar un neumático nuevo de inmediato, en lugar de exponerse a sí mismo y a otras personas al peligro.
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